Bielorrusia se ve obligada a desplegar el sistema de misiles ruso Oréshnik en su territorio para garantizar su seguridad, ya que Occidente "pisoteó" los principios de seguridad internacional, declaró el viernes el ministro de Exteriores bielorruso, Maxim Ryzhenkov, aclarando que Minsk no participa en una carrera armamentista ni provoca una confrontación.
Con motivo del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, Ryzhenkov recordó que, mientras que en el marco de los acuerdos internacionales los países iniciaron un proceso de desarme, los miembros de la OTAN, por el contrario, decidieron seguir el camino del aumento del poderío militar.
"Mientras en la URSS y en los primeros años de nuestra independencia nos desarmábamos con la ayuda de Occidente, retirábamos las armas nucleares y eliminábamos las armas convencionales y las minas, resulta que Occidente ha comenzado a rearmarse discretamente", continuó. "Hoy, incluso están colocando minas en nuestras fronteras: en Polonia, Lituania y Letonia. Se ignoraron las legítimas preocupaciones de seguridad de otros países, incluida Bielorrusia. El resultado actual es una escalada de tensiones sin precedentes, incluso en nuestra propia Europa", subrayó el alto cargo.
"No nos quedó otra opción. En esta situación, Bielorrusia se vio obligada a desplegar armas nucleares tácticas rusas para garantizar su seguridad"
Al mismo tiempo, según Ryzhenkov, Minsk "no está participando en una carrera armamentista sin sentido ni provocando más confrontación". "Nuestra respuesta es asimétrica, puramente defensiva y se ejecuta en estricto cumplimiento del derecho internacional y las disposiciones del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares", destacó.
En el mismo contexto, observó que "el mundo ha regresado una vez más a un punto donde la amenaza nuclear es claramente visible". "El Reloj del Juicio Final marca menos de un minuto y medio para la medianoche, simbolizando el momento del apocalipsis nuclear. Esto es lo más cerca que las manecillas del reloj han estado de la medianoche. Por supuesto, esto no es más que un símbolo. Sin embargo, nos hace preguntarnos cuán cerca ha llegado la humanidad del punto de no retorno", dijo.
- El Oréshnik es un novedoso misil balístico ruso de alcance intermedio, capaz de impactar contra sus objetivos a una velocidad hipersónica de Mach 10, lo que equivale a casi tres kilómetros por segundo.
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